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Equilibrar el juego y la vida

  • Viernes 16 de agosto de 2024
  • 09:58 hrs

“Trabaja, descansa y juega”, como frase, forma parte del eslogan utilizado para vender la chocolatina Mars desde 1959. Más que eso, con su agradable sonido y su sabio significado, esas cuatro palabras se han convertido en un símbolo del equilibrio vital.

La división conceptual de “trabajo, descanso y juego” es muy útil. Y no menos importante, la difusión implícita del equilibrio da sentido a algunos problemas de salud mental. Por ejemplo, una de las características de la depresión es que todo empieza a parecer trabajo, nada parece un verdadero descanso y ni siquiera podemos disfrutar como es debido jugando al Awintura casino.

La vida se convierte en un lastre unidimensional. La sugerencia es que una vida equilibrada incluye algo de trabajo, algo de descanso y algo de juego, y que la vida es peor si nos falta una o más de las tres cosas. Entonces, ¿cómo conseguirlo?

¿Qué es un estilo de vida saludable?

Un estilo de vida saludable es aquel que encuentra un equilibrio entre sentirse feliz y sano física, mental y emocionalmente, normalmente a través de buenos hábitos y prácticas de autocuidado.

Los gurús de la autoayuda, las redes sociales y tus iguales pueden influir en tu definición de estilo de vida saludable. Es fácil compararte con los demás y pensar que tus hábitos no son lo bastante “sanos”, tanto si envidias la preparación de las comidas de alguien como su rutina de entrenamiento.

Pero encontrar el equilibrio no es algo preceptivo. Lo que a ti te parece saludable y motivador probablemente difiera mucho de lo que hace otra persona. Aún así, hay algunas prácticas que funcionan para la mayoría de las personas y que compartiremos a continuación.

Practica el entrenamiento de fuerza

Según los informes, la masa muscular y la fuerza disminuyen de forma natural con la edad, empezando lentamente a partir de los 30 años y en ráfagas más rápidas a partir de los 65 años.

El entrenamiento de fuerza regular ayuda a ralentizar ese declive, lo que favorece la movilidad, mejora la resistencia a las enfermedades crónicas y puede reducir la necesidad de asistencia en las últimas etapas de la vida.

No es necesario ser socio de un gimnasio para entrenar con regularidad. Basta con un par de aparatos baratos y saber hacer ejercicios con el peso del cuerpo.

Sigue una dieta sana y equilibrada

Comer bien es una de las mejores maneras de cuidar la salud. Mucha gente subestima la importancia de una dieta sana, pero una nutrición adecuada puede mejorarlo todo, desde tus niveles de energía hasta tu salud mental. Está clínicamente demostrado que comer comida basura con regularidad puede afectar a tu cuerpo y a tu mente, aumentando la probabilidad de sufrir depresión y ansiedad.

Sé brutalmente sincero contigo mismo

Ser consciente de uno mismo es fundamental para encontrar el equilibrio. Esto no significa que debas ser demasiado crítico contigo mismo, ya que muchos de nosotros ya lo somos.

En su lugar, practica la autoconciencia en forma de inventario periódico de tus prioridades, valores y necesidades. Sé sincero sobre lo que te produce alegría y satisfacción, y haz los ajustes necesarios. Esto puede implicar reevaluar tus compromisos, hábitos y objetivos.

No recurras a la comida reconfortante, el alcohol, el tabaco y similares para aliviar el estrés

Si el estrés te hace recurrir a alimentos salados y grasos o te hace comer en exceso, no eres el único. Del mismo modo, muchos de nosotros intentamos controlar nuestra ansiedad con alcohol o cigarrillos.

Todas estas cosas pueden ofrecer un alivio temporal, pero a largo plazo harán que te sientas peor. No te prives por completo, pero intenta preferir la dieta sana más a menudo.

Muchas personas consideran que el enfoque 80/20, que consiste en tomar decisiones saludables el 80% del tiempo, es una forma factible de conseguirlo.

Haz listas

Incluso para las personas más responsables, hacer listas puede suponer una gran diferencia, ya que estructura mejor el día. Especialmente si trabajas desde casa, tu estructura, o la falta de ella, depende totalmente de ti.

Si haces una lista de lo que tienes que hacer ese día, tendrás una mayor sensación de haber cumplido tus objetivos diarios y te sentirás lo suficientemente satisfecho como para dar por terminada la jornada cuando te reúnas con tu familia para cenar.

Se acabó la sensación de no haber hecho lo suficiente o de que aún queda trabajo por hacer, porque seamos sinceros, SIEMPRE queda trabajo por hacer. Pero debes tomártelo día a día, en lugar de sentir que tienes que quedarte despierto toda la noche para terminarlo.