Chaquetas peludas y más: 5 tendencias para el invierno 2025

El invierno 2025 trae consigo una renovada manera de ver el abrigo y la comodidad. Lejos de los estilos convencionales, la moda invernal ha evolucionado para abrazar texturas suaves, cortes audaces y una paleta de colores más diversa que nunca. Las pasarelas internacionales han marcado una pauta clara: este año la ropa de invierno no solo protege del frío, también expresa identidad.

Quienes valoran el diseño práctico encontrarán una gran variedad de prendas que mezclan funcionalidad y vanguardia. Las tendencias se adaptan fácilmente a distintas ocasiones, desde un look urbano hasta uno más relajado para fines de semana. Esta temporada apuesta por lo versátil, lo que permite armar conjuntos con pocas prendas, pero alto impacto visual.

El pantalón cotele mujer se posiciona como una pieza infaltable en el clóset. Su textura acanalada y su capacidad para mantener el calor lo transforman en una opción ideal para días fríos. Se puede combinar con botas de cuero y blusas de tonos neutros para lograr un equilibrio entre elegancia y confort. También existen versiones acampanadas, que alargan la figura sin sacrificar movilidad.

Diseñadores han recuperado cortes rectos y colores terrosos para renovar el clásico pantalón cotele mujer. El beige, el café y el verde musgo se destacan en esa categoría. Esas tonalidades, junto con accesorios de fibras naturales, construyen atuendos cálidos, atemporales y adaptables tanto a contextos formales como informales. La clave está en mezclar texturas sin sobrecargar el conjunto.

Este año, los tejidos suaves toman protagonismo. La chaqueta chiporro mujer se convierte en una alternativa estrella, ideal para jornadas heladas. Su interior afelpado proporciona abrigo inmediato, mientras que los diseños con cierres o botones visibles le dan un giro moderno. Vienen en colores pastel, neutros y hasta metálicos, lo que permite jugar con diferentes estilos sin perder funcionalidad.

Los accesorios también evolucionan. Bufandas oversized, gorros tejidos y guantes con texturas rústicas complementan las prendas principales. Se recomienda optar por un solo elemento llamativo en cada conjunto, para evitar excesos visuales. De esa forma, una chaqueta peluda puede convertirse en el centro del look, siempre y cuando el resto de las prendas mantenga líneas simples.

Texturas que definen la temporada

Este invierno, la riqueza táctil marca la diferencia. Las prendas de chiporro, terciopelo y tejidos esponjosos agregan profundidad a cualquier look. El objetivo es generar una sensación de abrigo visual incluso antes de probarse la prenda. Eso se refleja en chaquetas con mangas amplias, cinturones incorporados o capuchas con volumen. Se valora lo práctico, pero sin dejar de lado el diseño.

Las chaquetas acolchadas siguen vigentes, pero con siluetas más estructuradas. En lugar de los clásicos modelos deportivos, ahora se imponen versiones con cortes rectos y acabados mate. Ese tipo de abrigo resulta ideal para quienes buscan protegerse del frío sin perder estilo. Se puede combinar con jeans oscuros, botas de plataforma y un gorro tipo pescador.

Una prenda clave de este invierno es el abrigo largo cruzado. Con cinturón a tono y solapas anchas, aporta elegancia instantánea. Ideal para reuniones formales o salidas de noche, puede llevarse abierto sobre una prenda más casual. De esa manera, se fusiona lo clásico con lo moderno. Su versatilidad permite usarlo tanto con zapatillas blancas como con tacones.

Colores que marcan tendencia

A diferencia de otros años, este invierno no gira exclusivamente en torno al negro o gris. Tonos como el borgoña, el verde esmeralda y el azul petróleo se integran como opciones protagónicas. Esos colores generan contraste con la típica ropa invernal y aportan frescura. Las combinaciones monocromáticas también ganan terreno, especialmente en looks con diferentes matices del mismo tono.

El rosa viejo y el lavanda, considerados tradicionalmente primaverales, irrumpen con fuerza. Se usan en abrigos de lana, chaquetas oversize y accesorios. Esos tonos suaves combinan muy bien con prendas en beige o blanco, generando una estética luminosa incluso en los días más grises. Es una apuesta segura para quienes quieren evitar los tonos oscuros sin dejar la elegancia de lado.

Quienes prefieren colores neutros encontrarán una amplia gama de beige, tostado y crema. Esos tonos cálidos combinan con casi todo y transmiten sofisticación. En chaquetas, pantalones y suéteres, el resultado es un look armonioso y fácil de adaptar. Aportan serenidad visual y son ideales para contextos laborales, sin perder el estilo personal.

Chaquetas que acaparan todas las miradas

La protagonista indiscutida del invierno 2025 es la chaqueta peluda. Su textura extravagante y su silueta oversized la convierten en una prenda clave para quienes quieren destacarse. Viene en colores vibrantes como rojo, azul eléctrico y mostaza, pero también en tonos más sobrios como gris humo o negro carbón. Su versatilidad permite llevarla con pantalones ajustados o vestidos tejidos.

Un detalle distintivo es su capacidad para transformar un look básico en uno llamativo. Basta combinarla con jeans clásicos, una polera blanca y zapatillas para lograr un estilo urbano sin esfuerzo. También se puede usar con vestidos midi y botines, logrando un look elegante pero relajado. La clave está en dejar que la prenda hable por sí sola.

En la moda actual, lo sensorial cobra importancia. Las prendas peludas no solo abrigan, también aportan una experiencia al tacto que muchas personas buscan. Por eso, las chaquetas con texturas exageradas, pero bien estructuradas, se convierten en una forma de expresión. Sirven tanto para el día a día como para eventos sociales informales.

Accesorios y detalles que elevan el look

La temporada también pone el foco en los pequeños detalles. Botas con suelas track, cinturones anchos y carteras de eco-cuero complementan los looks sin competir con ellos. Un buen accesorio puede levantar un conjunto sencillo. La clave está en elegir una o dos piezas destacadas, en lugar de sobrecargar el look.

Los tejidos artesanales están en auge. Gorros tejidos a mano, mitones de lana y bufandas largas ganan protagonismo. Esos elementos no solo cumplen una función práctica, también aportan una historia y una conexión con lo hecho a mano. Se pueden mezclar con prendas más modernas para lograr un equilibrio interesante.

El layering sigue siendo tendencia. Superponer prendas de diferentes largos, grosores y colores permite crear looks dinámicos. Por ejemplo, un suéter delgado bajo una chaqueta de chiporro y sobre un pantalón de cotelé genera profundidad visual sin perder comodidad. Jugar con estas combinaciones permite personalizar cada atuendo.

Para quienes buscan un look más atrevido, los accesorios metálicos son la opción ideal. Carteras con cadenas, botas con hebillas y aros grandes pueden elevar incluso el conjunto más neutro. Este invierno, el contraste entre lo suave y lo metálico se convierte en un recurso creativo muy efectivo.

Cada prenda tiene su momento, pero elegir bien es clave para disfrutar el invierno con estilo. Apostar por texturas novedosas y cortes actuales permite renovar el guardarropa sin complicaciones. Recomendamos explorar combinaciones diferentes y encontrar esa pieza que haga la diferencia.